27.5.08

Arthur c. Clarke: Visionario y maestro de la ciencia ficción.


Sir Arthur Charles Clarke, más conocido como Arthur C. Clarke, fue un escritor, científico y humanista británico. Autor de obras de divulgación científica y de ciencia ficción.Nació el 16 de Diciembre de 1917, en Minehead, Somerset, Inglaterra.
Tras acabar sus estudios secundarios se trasladó a Londres en 1936, para trabajar como funcionario. Fue ya un activo miembro del fandom antes de la Segunda Guerra Mundial,como especialista en radares, involucrándose en el desarrollo de un sistema de defensa por radar, y ejerciendo como instructor de la naciente especialidad.

Concluida la guerra, publica su artículo técnico Extra-terrestrial Relays, en el cual sienta las bases de los satélites artificiales en órbita geoestacionaria (llamada, en su honor, órbita Clarke), una de sus grandes contribuciones a la ciencia del siglo XX. Este trabajo le valdrá numerosos premios, becas y reconocimientos. Después de la Segunda Guerra Mundial entró en el King's College, Londres, en 1948, acabando con honores sus estudios en física y matemáticas.
También son conocidas sus famosas leyes de Clarke, publicadas en su libro de divulgación científica Perfiles del Futuro (1962). La más popular (y citada) de ellas es la llamada "Tercera Ley de Clarke": Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.

El gran interés de Clarke por las posibilidades de la ciencia siempre fue muy evidente. Entre 1946 y 1947 fue presidente de la Sociedad de Interplanetaria Británica, repitiendo de 1950 a 1953. Su primer relato de ciencia ficción publicado profesionalmente fue LOOPHOLE para ASF, en abril de 1946. En sus primero años como escritor usó el seudónimo Charles Willis en tres ocasiones, y escribió una vez como E. G. O'Brien.

Los primeros relatos de Arthur C. Clarke están sólidamente construidos, giran usualmente sobre un único tema científico y terminan, frecuentemente, con una solución sorprendente, sin desdeñar en algunas ocasiones un elaborado toque humorístico.

Arthur C. Clarke escribió el guión de 2001: UNA ODISEA ESPACIAL (1968) junto a Stanley Kubrick. La novelización fue escrita, cuando la película estuvo rodada, por el propio Clarke basándose en el guión.

Con EL CENTINELA se presentó la primera paradoja en la obra de Clarke; el autor a quien se consideraba el más claro exponente de la ciencia-ficción hard, dura o, por definir con más precisión; científicamente coherente, se ve fuertemente atraído por la metafísica y la mística.

Clarke, que es visto como el escritor de ciencia-ficción que con más entusiasmo propugna el optimismo ilimitado en el espíritu humano, y la idea de que la potencialidad casi infinita de humanidad, concluye que el género humano está en pañales en comparación a la Inescrutable Sabiduría de arcanas civilizaciones extraterrestres.

En los 60 Arthur C. Clarke dedica sus energías creativas a obras ajenas al género, y a la divulgación científica, sobre todo a la exploración submarina, siendo él mismo un entusiasta buceador, una de las razones por las que en 1956 fijó su residencia en Sri Lanka.

Su estilo como divulgador es lúcido y ameno, rivalizando únicamente con otro escritor de ciencia-ficción que destaca igualmente como divulgador científico; Isaac Asimov.

Arthur C. Clarke se hizo muy conocido en todo el mundo cuando intervino como comentarista para la CBS en las misiones de las misiones Apolo 11, 12 y 15. Tras el éxito de 2001: UNA ODISEA ESPACIAL, Clarke se convirtió, probablemente, en el autor de ciencia-ficción más conocido en el mundo, y en los EEUU, en el escritor extranjero del género más popular.

En 1980 gana el premio Hugo de novela con FUENTES DE PARAÍSO, donde relata la construcción de un ascensor espacial de 36.000 kilómetros de altura. Se trata del trabajo más notable de la última época de Arthur C. Clarke.

Para muchos lectores, Arthur C. Clarke es la personificación de la Ciencia Ficción. Clarke siempre escribe con lucidez, a veces en un tono frío, frecuentemente con gracia, siendo un agudo evocador que ha producido algunas de los imágenes más memorables en ciencia-ficción. Es comúnmente aceptado como una figura relevante en el desarrollo del género a partir de la Segunda Guerra Mundial, especialmente por su visión liberal, optimista ante los posibles beneficios de la tecnología, y por su desarrollo de la visión stapledoniana de la perspectiva cósmica, en la que el género humano es visto como un niño al que antiguos habitantes de universo, sabios y arcanos, tratan como un padre generoso o simplemente con una displicente indiferencia.
Humanista confeso, era muy crítico con la religión: "Hay muchas religiones diferentes, cada una convencida de poseer la verdad, cada una diciendo que sus verdades son claramente superiores a las de las otras. ¿Cómo puede alguien tomarse en serio una de ellas? Creo que es una locura".

Es autor de más de cincuenta libros, de los cuales unos veinte millones de ejemplares se han editado en más de treinta idiomas.
En 1962 fue galardonado con el prestigioso premio Kalinga concedido por la UNESCO por su meritoria labor en la popularización de la ciencia.
También en su honor prestó su nombre a un asteroide, 4923 y una especie de dinosaurio ceratopsiano, el Serendipaceratops arthurcclarkei descubierto en Inverloch, Australia.

Clarke muere sin que se haya cumplido su deseo de que aparezcan pruebas inequívocas de la existencia de seres extraterrestres, y ha dejado instrucciones para que su entierro sea un acto estrictamente laico y todo arreglado para que una muestra de su ADN viaje al espacio.

En sus propias palabras:
"Un día, una super civilización podría encontrar esta reliquia de una especie desaparecida y yo podría existir en otro tiempo."

Falleció la madrugada del miércoles 19 de marzo de 2008 a las 01:30 hora local en Colombo (capital de Sri Lanka), debido a un paro cardiorespiratorio a los 90 años.

Con este humilde In Memmoriam quiero hacerle los honores a otro grande de las letras que se nos fué, hasta siempre Sir arthur...

Algunas citas:


"Aún tiene que probarse que la inteligencia tenga algún valor para la supervivencia"

"Que inapropiado llamar Tierra a este planeta, cuando es evidente que debería llamarse Océano."

"La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible."

"Cuando un científico prestigioso pero anciano afirma que algo es imposible, lo más probable es que esté equivocado."

"La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible."

"El futuro no es ya lo que solía ser."

"Esta es la primera época que ha prestado mucha atención al futuro, lo cual no deja de ser irónico, ya que tal vez no tengamos ninguno."



Fuentes: La web.

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